El agua se utiliza en la elaboración de perfumes por varias razones importantes:
Dilución de ingredientes: Muchos ingredientes aromáticos utilizados en la perfumería, como aceites esenciales, extractos y esencias, son muy concentrados y necesitan ser diluidos para lograr la intensidad y el equilibrio adecuados en la fragancia. El agua se utiliza como solvente para diluir estos ingredientes y crear la composición final del perfume.
Mezcla de ingredientes: El agua se utiliza para mezclar los diferentes ingredientes aromáticos y crear una solución homogénea. Esto asegura que los componentes de la fragancia estén bien integrados y se dispersen de manera uniforme cuando se aplique el perfume.
Ajuste de la concentración: El agua también se utiliza para ajustar la concentración del perfume. Dependiendo del tipo de fragancia que se esté elaborando y de la intensidad deseada, se puede agregar más o menos agua para alcanzar la concentración adecuada de la fragancia.
Textura y sensación: En algunos casos, el agua se utiliza para proporcionar una sensación fresca y ligera a la fragancia. Esto es especialmente común en fragancias acuosas o frescas que buscan evocar la sensación de agua o brisa marina.
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